SEGÚN UN COMUNICADO emitido ayer por la Moncloa, el presidente del gobierno padece un desfase de audio. El mandatario español ha venido manifestando claros síntomas de este síndrome desde que accedió a la presidencia del gobierno, hace ya cinco años. Sin embargo, durante las últimas semanas la problema se ha patentizado con una notoria estridencia.
Fuentes próximas al gobierno consultadas por nuestro periódico, han restado importancia a este síndrome al asegurar, "que forma parte del talante y del encanto personal de José Luís".
Desde la oposición, sin embargo, se ha atacado duramente al ejecutivo por ocultar una enfermedad que, a juicio de Mariano Rajoy, "merma la credibilidad del gobierno y de todos los españoles en su conjunto".
El responsable de exteriores del partido de la oposición, Gustavo de Arístegui, dijo que el desfase de audio de Zapatero puede llegar a generar serios problemas diplomáticos. "No se puede estar sentado delante de un Nicolás Sarkozy o un Barak Obama diciendo sí, con la voz, y no con la cabeza", dijo el diputado popular.
La prensa extranjera también se ha hecho eco de la cada vez más conspicua desincronización de audio de nuestro presidente. El rotativo italiano, Il Corriere de la Sera, informa en su edición de ayer que Zapatero generó un clima de desconcierto durante la cumbre del G20 y cita diversas fuentes según las cuales nadie quiso sentarse con él durante el almuerzo.
Al parecer, Berlusconi se quejó de que sus palabras salían con la boca cerrada, mientras masticaba la carne, y que instantes después movía los labios sin decir nada. Las reacciones de Bush fueron en la misma línea. Tras intercambiar un incómodo saludo con Zapatero, al inicio de la reunión, las cámaras captaron al aún presidente estadounidense diciendo, what the fuck?
