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20 de octubre de 2008

Indignación en Ceuta y Melilla por la amenazante proximidad de Marruecos

LAS DELEGACIONES DEL GOBIERNO ESPAÑOL en las plazas de Ceuta y Melilla han reclamado a las autoridades alauitas, a petición de diversas asociaciones cívicas, el establecimiento de una franja de seguridad de doscientos kilómetros en torno a las zonas colindantes de sus respectivos territorios. "Más que solicitar, exigimos", dijo Josuef Abdularbergarri, presidente de la Asociación Patriótica Vasco-Balear de Ceuta y Melilla. "¿Qué exigimos?", inquirió con audacia retórica. "Exigimos el establecimiento de una tierra de nadie entre nuestras fronteras para que Marruecos deje de acecharnos con su política de cercanía y existencia". "Es insoportable", dijo por su parte el melillense Eurico Recesvinto. "El otro día estaba haciendo pis en una chumbera y al darme la vuelta, ¿quién cree que estaba mirando desde la verja?", inquirió el visigodo de a pie con audacia retórica. Abdularbergarri propuso, como solución óptima, que la franja de seguridad se repueble con guardiaciviles de la ONU, fundamentalmente, y que se cree un parque acuático inmenso para uso y disfrute de los propios agentes, así como de los niños de ambos lados de la frontera que con buena voluntad y tras presentar autorización paterna y pasaporte en vigor de la UE, así lo solicitaran, solicitasen u/o solicitaren. (En la imagen se aprecia como, efectivamente, Marruecos y Ceuta colindan sin solución de continuidad.)