La operadora telefónica estadounidense Sprint, ha firmado un contrato de  diez años con el Vaticano por valor de 5000 millones de dólares. Sprint logró imponerse a sus principales  competidores gracias a la tecnología inalámbrica Godix, que garantiza una  comunicación libre de interferencias con el Todopoderoso y asistencia técnica en  arameo las 24 horas del día. El acuerdo, sin embargo, no estuvo exento de  complicaciones."En Sprint tenemos la mejor tecnología de comunicaciones de ultratumba,  pero no podíamos aplicarla entre sistemas operativos distintos", comentó el Director de Operaciones Extravagantes de Sprint, Richard  Snow.  Según Snow, Dios no  estaba dispuesto a abandonar Lynux, y el Vaticano se negaba a usar ordenadores  que no fueran Mac. "Dios ha demostrado que puede ser un negociador implacable", aseveró Snow.
A última hora de ayer, cuando la oficina de prensa de la Santa Sede tenía  ya preparado un comunicado anunciado el fracaso del acuerdo, el Santo  Padre envió una abubilla mensajera al diario La Razón anunciando que, en lo  sucesivo, ambas partes usarían Windows. El presidente de la Federeación  Ilicitana de Domiñó, Elías Pistacho, calificó el acuerdo de "auténtico milagro".