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13 de junio de 2011

El 2D irrumpe con fuerza en los escenarios teatrales

salesmanphotokitchen

Espectacular imagen de Muerte de un viajante en 2D

Raquel Toblerone Gil - Los Ángeles

UN EQUIPO DE INGENIEROS de la Universidad Autónoma de Barcelona ha desarrollado unas gafas con las que es posible ver actuaciones de teatro en 2D. "La idea es que la experiencia no sea lo que ves sino otra cosa", dijo a este periódico el director del proyecto Flat Play, Pere Puigcerdá, después de una representación 2D piloto en Los Ángeles.

El periodista Mathew Orfaly, de la publicación norteamericana Entertainment Weekly, clasificó la experiencia de "impactante".

"Se ve todo plano", escribe tras asegurar que la nueva óptica 2D revolucionará la producción teatral en todas sus facetas, desde la creación literaria hasta la escenografía y la interpretación. "Es la polla", murmura.

"Para que las gafas surtan efecto es importante que los personajes hagan algunos ajustes", comenta Puigcerdá a El Garrofer. "Cuando hablan entre sí, por ejemplo, y esto es crucial, no deben mirarse directamente a los ojos, sino a un punto imaginario situado a unos veinte centímetros de la cara".

El ingeniero catalán advierte que los escenarios de obras en 2D deberán tener forma de cono y que contarán con un complejo entramado de cristales transparentes cuya ubicación deberán conocer los actores perfectamente.

Príapo de Pol, del Grupo de Teatro Maximiliano Bledo, se mostró resignado a la nueva ola del 2D. "Habrá que incorporar algunas cosas a las acotaciones escénicas, pero por lo demás me parece una idea muy interesante", dijo de perfil y mirando ligeramente a la derecha.

Las gafas 2D para teatro, similares a las empleadas para ver películas en 3D, se entragarán a los espectadores en taquilla en el momento de adquirir sus entradas, y se depositarán en una caja a la salida de la representación.

"Al igual que en el cine 3D quien vaya a ver una obra en 2D sentirá vértigo y náuseas por el engaño sensorial al que serán sometidos, en cuyo caso uno podrá quitarse las gafas", advierte Puigcerdá. "Aunque eso sí, cuando te las quites lo verás todo descojonado".