El Garrofer - Benelux
LA AGENCIA ESPACIAL EUROPEA (ESA, en sus siglas en inglés) lanzó ayer la sonda espacial Noah con seis distinguidos tripulantes: una pareja de águilas imperiales, otra de linces ibéricos, y una tercera pareja de desmanes de los pirineos. “Se trata de una misión a la desesperada con la que se pretende dar esperanza a estas especies al borde de la extinción”, dice el director de la ESA, Jean-Jacques Dordain.
Noah tardará alrededor de treinta años en salir del Sistema Solar, momento a partir del cual vagará por el espacio con la esperanza de que acabe siendo atraída por el campo gravitatorio de un planeta vivo con un ecosistema de bosque mediterráneo.
“Lo ideal tanto para el aquila heliaca adalberti (subespecie ibérica del águila imperial) como para el lynx pardalis (lince ibérico), es que en el planeta en cuestión abunden los conejos”, dijo la ministra de medio ambiente, Elena Espinosa. “El desmán de los Pirineos se reproducirá sin problemas siempre y cuando la sonda llegue a una zona de escorrentías glaciares alpinas donde medren los pequeños crustáceos de los que se alimentan”.
La sonda fue lanzada ayer a bordo del trasbordador espacial Ariane 5 desde una isla de la Polinesia francesa, a la que fueron enviados los seis ejemplares donados por el Ministerio de Medio Ambiente. [Según pudo saber El Garrofer, el desmán de los pirineos macho llegó agonizante a las instalaciones de la ESA, por lo que en última instancia se incluyó un hámster de sustitución del mismo tamaño y sexo.]
“Las águilas y los linces llegaron en perfectas condiciones”, dijo el zoólogo madrileño Carlos Fernández, "El Barbo", que coordinó la captura y transporte de las aves rapaces, de los felinos y de los desmanes, procedentes de El Monte del Pardo (Madrid), de la Reserva Natural de Monfragüe (Cáceres) y del Parque Nacional de Ordesa (Huesca), respectivamente.
"Lógicamente estaban un poco cansados del largo viaje, pero tras unos días de reposo ya estaban repuestos y listos para ser enviados a tomar por culo", dijo El Barbo.
