Gilberto Pendergast - Tarragona
FERRAN ADRIÀ aseguró ayer en rueda de prensa que la temporada que viene debutará como piloto en el mundial de Fórmula 1. "Participaré con mi propia escudería", dijo el propiterario de El Bulli poco después de recibir el mayor galardón de la cocina mundial por cuarto año consecutivo. "Creo que ya no me queda nada por demostrar como restaurador y el mundo del motor siempre me ha interesado", dijo el cocinero catalán, que transformará su restaurante en un taller de lavado y engrase para irse familiarizándose con las grasas sintéticas y los detergentes no comestibles.
Al ser preguntado si echaría de menos las cazuelas y las sartenes, el cocinero español declaró que seguirá guisando cosas normales y sin pretensiones como amateur. "Estoy harto de recibir galardones pijos", confesó el afable cocinero.
Según fuentes cercanas a Adrià, éste considera que el mundo de la alta cocina es una invención de unos cuantos esnobs dispuestos a comerse cualquier mierda que les pongan delante, siempre y cuando sea extraordinariamente cara. "Ya basta de tonterías", dijo el cocinero. "Ha llegado el momento de hacer algo inequívoco".
Adrià dijo tener programado un entrenamiento exhaustivo para llegar al mundial en plena forma. "A partir de mañana empezaré a dar paseos vespertinos de veinte minutos a buen ritmo y conduciré a toda hostia en mis desplazamientos habituales", aseguró.
El de L'Hospitalet de Llobregat dijo, asímismo, que aprovechará lo que resta de temporada para pasearse por la zona de boxes en las pruebas restantes para conocer de primera mano a sus futuros rivales y presentarse como un auténtico competidor.
Nuestro más universal cocinero dijo, además, que ensayará la mirada hipnótica ante el espejo, una cualidad que, como informó El Garrofer el mes pasado, será puntuable en el mundial de Fórmula Uno. "Seré un bully dentro y fuera de la pista, y pilotaré como un auténtico fill de puta".
