Miño Bastrad - Úbeda
UNA EXTENSA obra de Juan de Yepes, conocido como San Juan de la Cruz, fue hallada la semana pasada en la residencia del poeta español del Siglo XVI. La obra de más de seiscientas páginas y encuadernada en tapa blanda, relata la historia de un francotirador benedictino procedente de las Indias Occidentales que se infiltra en un monasterio de los carmelitas descalzos para asesinar a Maese Garciabuena, el prefecto del convento en Arévalo. Bartolomé, un joven y rebelde detective de la Inquisición, arriesgará su vida para impedirlo.
La obra, titulada "La sota de Arévalo", presenta numerosos elementos del thriller contemporáneo como el flashback, el suspense y el enigma. "La sota de Arévalo" está escrita con frases entrecortadas y con un lenguaje ramplón, aunque en algunos fragmentos conserva cierto ramalazo poético.
"Haciendo porque mueras la estaca que recibes, ¿cómo perseveras, ¡oh, sudaca!, no viendo dónde vives?", dice el héroe en una escena de acción blandiendo ante el villano guaraní la acerada astilla de un crucifijo.
"No sueñas ni concibes", responde el impostor amazónico, "ni piensas tú de veras que allí donde cobijes al prefecto Garciabuena, templará mi fría espada la sangre de sus venas".
Según los primeros análisis, el propio Juan de Yepes redactó la sinópsis de la obra en la contraportada y escribió a plumilla y en letra de impacto el precio y la inscripción optimum venditoris (Best Seller).
"Es evidente que el de Fontiveros fue un visionario de su época", comenta el catedrático de literatura medieval de la Universidad de Granada, Blas Requejo Zazaza. "El santo soñaba con una distribución de su obra a precio reducido y a gran escala".
