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13 de junio de 2011

Un señor seduce a su mujer atrapando una polilla

scared-pic

Cristino Rehala-Calatayud - Gijón

UN SEÑOR DE CINCUENTA AÑOS de edad atrapó ayer noche una polilla que revoloteaba alrededor de la mesilla de noche provocando el asombro de su mujer, que momentos después se dejó hacer de todo en la cama. "Fue increible", dice Doña Esmeralda Boo. "Simeón la atrapó a la primera y casi sin levantar la mirada de El Papus".

La señora Boo elogió los "reflejos de karateka" de su marido y aseguró sentirse admirada y aliviada por la manera en que resolvió esa crisis. "Las polillas siempre me han dado repelús", relata ella. "Las polillas y los rinocerontes".

"Cualquier persona hubiera hecho lo mismo en mi lugar", dijo Simeón Hostos a El Garrofer. "Estos animales suelen repetir siempre la misma trayetoria y lo único que tienes que hacer es anticiparte esa milésima de segundo precisa con un pelín de temple y savior faire".

Simeón explicó que mientras se levantaba de la cama para tirar el insecto al retrete, vio a su esposa por el rabillo del ojo mirándole boquiabierta. "En ese momento supe que era mía", comenta el afable gordinflón.

"Que iba a hacer", dijo ella. "De pronto era como si tuviera a Bruce Lee en la cama".

Según pudo inferir El Garrofer de las miradas y gestitos del matrimonio de Gijón, la Sra. Boo y su marido realizaron el coito una vez y hubo, al menos, tres tentativas de echar un segundo que por precaución decidieron reservar para el día siguiente.