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13 de junio de 2011

Un eyaculador precoz da con la «metafísica del asunto»

mesa billar

Miño Basträad - Badalona

“El truco no está en la negación del deseo, sino en la aceptación del mismo”, asegura Félix Piñeiro, de 34 años de edad y vecino de Badalona. Piñeiro está convencido de que la eyaculación precoz sólo es un problema si no se aprovechan esos segundos al máximo.

“La mayoría de los eyaculadores precoces están convencidos de que no tienen ningún problema y en realidad tienen razón”, dice calándose la gorra sobre las cejas con la visera hacia atrás. “A nadie le gusta meterse un pastel en la boca y masticarlo media hora antes de tragarlo; te lo metes en la boca, lo masticas tres o cuatro veces y adentro”.

Piñeiro asegura que no supo que las mujeres también aspiran al orgasmo hasta que se lo dijo su prima Tona. “Terminamos rapidito y bien, como siempre, pero yo la noté tensa, como de mal rollo y tal, y le dije que si le pasaba algo”.

Tras conocer su versión de los hechos, este campeón de billar español se decidió a transformar sus derrotas en victorias por KO. “Era una cuestión de prestigio, más que nada”, comenta. “Se estaban empezando a decir cosas por ahí, que si llevas el taco mojado, que si no se qué, y a algún espabilado le tuve que meter pero bien”.

También entendió que la solución pasaba por ejercer su liderazgo natural y por dar con lo que él llama “la metafísica del asunto”.

“Para hacer una carambola no hace falta pensárselo mucho”, dice con la mirada entornada para evitar el humo del cigarrillo recién encendido, mientras saca su taco del estuche y enrosca el antebrazo de la vara al cordaje. Tiza.

“La carambola es un orgasmo simultáneo en dos tiempos entre mesa y billarista”, dice Piñeiro. “En la cama es tres cuartos de lo mismo”.

“Para que la bola vaya a donde quieras no basta con tocar el fieltro”, dice inclinado sobre la mesa con las cejas en arco. “Hay que esperar a que el fieltro te toque a ti y entonces… [con un suave movimiento de muñeca lanza la bola blanca picada hasta la amarilla y con el rechace golpea la roja] ¡Zas!”.

“Una mesa de billar no es una mujer, a ver si me entiendes, pero también es una superficie de piel”, dice acariciándola con el nudillo. “Si sabes tocar el fieltro la bola responde a la flecha, y la mesa te devuelve una carambola”.

Piñeiro, que ha firmado un contrato de edición con una editorial francesa para explayarse sobre la eyaculación precoz en clave de billar, asegura que "en diecisiete segundos se puede hacer mucho más daño que en media hora".