Dersu Uzala - Sevilla
El propio Vicente del Bosque tuvo que ser consolado por Jacinto Cobayas, el masajista de la Selección, según el cual Del Bosque deseó que David Beckham no hubiera sido convocado. "Para Vicente ha sido muy duro ver a Becks derrotado", afirmó Cobayas. "Le dije que fuera fuerte y se rehizo sin demasiados problemas".
Peor parados salieron Fernando Torres y Sergio Ramos, que lloraron desconsoladamente en la ducha y a quienes Marchena tuvo que dar sendas bofetadas para enderezarles el ánimo. A continuación se produjo una trifulca general, en la que todos los compañeros se dieron empujoncitos y se separaron simultáneamente. "Son jóvenes e impresionables", dijo el veterano defensa valencianista. "Ser el responsable directo de la tristeza de Becks no es fácil de tragar, pero la vida sigue".
El propio Ramos, antiguo compañero de la deidad inglesa en el Real Madrid, sugirió entre sollozos que deberían hacerse los trámites necesarios "para nacionalizarlo ya, por Dios", y tenerlo siempre en nuestro banquillo, "felís y zonriente".
El centrocampista británico reaccionó con simpatía al conocer el hoyo emocional en el que se encuentra la escuadra nacional a raíz de su tristeza. "A pesar de haberme ganado, son unos muchachos estupendos", declaró arqueando una ceja. "Adiós". (En la imagen, David Beckham trata de consolar a Xabi Alonso, angustiado por la tristeza de aquél).