Hermej de Blas - Madrid
La señora Gorosábel dijo que el can olisqueó al político "en la zona del ano" y que acto seguido empezó a ladrarle. "Pipo es un animal pendenciero y a veces la toma con alguien", reconoció Gorosábel, una jubilada del barrio de Chamartín que regresaba a su casa después de su habitual paseo nocturno.
Al parecer, el político recriminó al perro al que, según testigos presenciales, llamó "chucho maricón de mierda". Cuando parecía que todo quedaría en un simple intercambio verbal, los dos interlocutores se enzarzaron en una pelea.
La señora Gorosábel asegura que tiró de la correa para apartar a su perro y que acarició al diputado en el lomo. "Procuré tranquilizarlos pero había demasiada adrenalina de por medio", dijo.
Tras la breve pero intensa pelea, Martínez-Pujalte fue trasladado al hospital madrileño de La Paz con una crisis de ansiedad y heridas punzantes en la mano derecha y en el labio superior, aunque horas después fue dado de alta.
La propietaria del perro trató de restar importancia al incidente, a pesar de que el animal sufrió desgarros en el belfo y un corte profundo en una almohadilla. Además, aseguró que no se plantea denunciar al político. "¡No por Dios!", dijo. "Cuando tienes un perro macho ya sabes a lo que te expones".