
Tras el desfile, los gnomos entraron en desbandada a un carrefur de la zona y se llevaron unos tres kilos de arroz y una carlota para terminar de pasar el invierno en sus bosques y grutas del País Vasco, Francia, Escandinavia y Centroeuropa. Los valerosos policías locales, ayudados de una horda de llauraores con fumigadoras, exterminaron la plaga en cuestión de minutos.