E.G. - Madrid
Según ha podido saber El Garrofer, Alejandro Martín Crespo dedicó una tarde a buscar viejas amistades de la infancia en la red social de Facebook, donde no tardó en encontrar a Pedro Martín Heras, de quién tenía un vago recuerdo.
Le escribió el siguiente mensaje: “Hombre Pedro, ¿qué tal? Soy, Alex, del Cardenal Herrera Oria, ¿Te acuerdas?”.
Pedro no tardó en contestarle. “¿Alex? No jodas que eres tú. ¡Qué pasa orejas! jajajaja”
“De pequeño tenía las orejas grandes”, dice a El Garrofer Alejandro, que al oír esa palabra referida a él sintió un escozor remoto al que prefirió no dar importancia.
Los dos antiguos compañeros acabaron quedando en una cervecería a la que el tal Pedro acudió con hora y media de retraso, y acompañado de una atractiva mujer.
“Entró mirando el reloj y diciéndole a la otra, ‘¿dónde está el Dumbín este de los cojones?’”, comenta Alejandro, que estaba en la barra justo delante de él. “Me hice el loco, me marché y al llegar a casa me di de baja en Facebook”.