El exvicepresidente Rajoy y el presidente Zapatero han marcado sus objetivos electorales de cara a los próximos comicios. El exvicepresidente popular ha asegurado que irá más a la izquierda, sin olvidar a la derecha más reaccionaria, y que dejará un hoyo en el centro donde espera que los votantes indecisos caigan por gravedad. El presidente socialista, por su parte, ha dejado claro que irá más a la izquierda aún si cabe, sin olvidar tampoco a la derecha e incluso al sector más progre de la extrema derecha. Ante esas declaraciones, Rajoy ha manifestado que su ideario se extenderá también al pasado y al futuro, y que hará lo imposible para recabar los votos de los muertos y los no nacidos, siempre y cuando condenen el terrorismo. La réplica del presidente no se hizo esperar. Zapatero aseguró que su partido también estará abierto a los portugueses rubios, a los franceses que sean simpáticos y a los belgas en general ("Son supermajos"). El líder popular no tiró la toalla al asegurar que su partido dará esperanza a todos los lemmings democráticos del planeta. "Democráticos y cultos", puntualizó el líder conservador. "Tampoco se trata de meter aquí a todo quisqui".