
"En Sprint tenemos la mejor tecnología de comunicaciones de ultratumba, pero no podíamos aplicarla entre sistemas operativos distintos", comentó el Director de Operaciones Extravagantes de Sprint, Richard Snow. Según Snow, Dios no estaba dispuesto a abandonar Lynux, y el Vaticano se negaba a usar ordenadores que no fueran Mac. "Dios ha demostrado que puede ser un negociador implacable", aseveró Snow.
A última hora de ayer, cuando la oficina de prensa de la Santa Sede tenía ya preparado un comunicado anunciado el fracaso del acuerdo, el Santo Padre envió una abubilla mensajera al diario La Razón anunciando que, en lo sucesivo, ambas partes usarían Windows. El presidente de la Federeación Ilicitana de Domiñó, Elías Pistacho, calificó el acuerdo de "auténtico milagro".